Ventajas y desventajas de la criptomoneda



Las criptomonedas tienen el potencial de transformar el mundo financiero tal y como lo conocemos, además de cuestionar la propia existencia de las infraestructuras financieras tradicionales. Y entonces, ¿cuáles son las ventajas y las desventajas de las criptomonedas? ¿En qué nos basamos para decidir en cuál invertir (o si invertir siquiera)?

Ventajas

1. El mercado de las criptomonedas está siempre abierto

Otra ventaja de las criptomonedas —respecto de los bancos— es que los mercados de criptomonedas nunca cierran. Dado que se minan monedas y se registran transacciones las 24 horas del día, no hay que esperar para comprar, vender u operar con criptomonedas, como ocurre con la Bolsa de Nueva York, el NASDAQ y otras bolsas del mercado de valores. La repercusión ha sido tal que las bolsas tradicionales se están planteando operar fuera de los horarios bancarios habituales, aunque de momento es algo que todavía queda lejos. Así, para los inversores que están en activo las 24 horas del día, las criptomonedas podrían ser la mejor forma de obtener beneficios fuera de los horarios de trabajo convencionales.

2. Las criptomonedas podrían ayudar a los inversores a ganar la batalla a la inflación.

Las criptomonedas no están vinculadas a una sola moneda o economía, por lo que su precio refleja la demanda global, en lugar de, por ejemplo, la inflación nacional. ¿Y qué hay de la inflación de las propias criptomonedas? Si ya has invertido, no tienes de qué preocuparte (en términos generales). Al haber un número limitado de monedas, la cantidad disponible no puede descontrolarse y, por tanto, no puede haber inflación. Algunas monedas (como Bitcoin) tienen un límite global, otras (como Ethereum) tienen un límite anual. En cualquier caso, este es el enfoque que mantiene a raya la inflación

3. Adiós a los bancos tradicionales: demos la bienvenida a un sistema financiero más justo y transparente


En general, nuestro sistema financiero gira en torno a intermediarios que se encargan de procesar las transacciones. Esto significa que, si haces una transacción, estás depositando tu confianza en uno o varios de estos intermediarios —durante la recesión de 2008, mucha gente dudó de que esto fuera buena idea—. La blockchain y las criptomonedas representan una alternativa. Todo el mundo tiene acceso, desde cualquier lugar, por lo que permiten participar en los mercados financieros y realizar transacciones sin ningún tipo de intermediario.

Desventajas

1. Entender las criptomonedas requiere tiempo y esfuerzo

Entender cómo funcionan las criptomonedas puede llevar tiempo. Si no eres nativo digital, lo más probable es que el concepto de criptomoneda —por no hablar de la blockchain— te resulte un tanto abstracto. Y tratar de invertir en algo que no entiendes representa un riesgo en sí mismo. Hay muchos recursos online disponibles (incluida la serie de publicaciones en el blog de N26 sobre criptomonedas), pero aun así tendrás que dedicar algo de tiempo a comprender realmente las ventajas y desventajas de invertir en criptomonedas.

2. Las criptomonedas pueden ser una inversión extremadamente volátil


Aunque el precio de una criptomoneda puede alcanzar máximos vertiginosos (con los consiguientes beneficios para los inversores), también puede desplomarse a mínimos aterradores con la misma rapidez. Por tanto, si lo que buscas es un rendimiento estable, quizá las criptomonedas no sean tu mejor apuesta. Los mercados de criptomonedas se basan fundamentalmente en la especulación y su tamaño relativamente pequeño hace que sean más vulnerables a la fluctuación de los precios. Esto, a su vez, puede causar estragos en el valor de las monedas, una de las principales desventajas de las criptomonedas.

3. Las criptomonedas (todavía) no han demostrado ser una buena inversión a largo plazo

Aunque las criptomonedas sean ampliamente conocidas y aún sigan ganando popularidad, conviene recordar que solo existen desde hace poco más de una década. El concepto no surgió hasta la publicación de un libro blanco sobre el Bitcoin en 2008. Los mercados de valores, por el contrario, tienen siglos de historia a sus espaldas. La Bolsa de Londres, sin ir más lejos, se fundó en 1801, y el oro ha demostrado ser un portador de valor durante milenios. Pero ¿y las criptomonedas? Nadie sabe realmente qué pasará con las criptomonedas en el futuro, y hay que ser valiente para adentrarse como inversor en estas aguas desconocidas
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